¿Por qué es tan importante el ‘Mata Mua’ de Gauguin?
Es el protagonista del enésimo episodio de desavenencias de Tita Cervera y el Gobierno por el alquiler de la colección
– celia sierra 16.06.2020 | 00:21
Es una de las piezas mas importantes del Thyssen. Foto: DEIA
Madrid – Mata Mua (Érase una vez,
1892) de Paul Gauguin es una de las piezas más importantes del Museo
Nacional Thyssen-Bornemisza y ahora es, además, el protagonista
inesperado del enésimo episodio de las desavenencias entre Tita Cervera y
el Gobierno por el alquiler de su colección.
El
cuadro es una preciosa escena, imaginada por Gauguin, de su etapa de
Tahití, en la que puede verse a varias mujeres adorando a Hida, la
deidad de la luna. Su adquisición fue una de las últimas del barón
Thyssen y es, sin duda, la joya de la corona de la colección privada de
su viuda.
En
este momento el cuadro ya no está en el Museo Thyssen y su salida a
subasta, algo que Carmen Thyssen asegura que no pretende hacer, sería
algo extraordinario, y probablemente no volvería a suceder en mucho
tiempo.
"Es
completamente excepcional encontrar piezas de Gauguin de ese calibre,
del periodo de Tahití, por eso es particularmente valioso", explica
Javier Arnaldo Alcubilla, conservador y jefe de investigación del
Thyssen entre 2001-2011 y catedrático de Historia del Arte en la
Universidad Complutense de Madrid.
la baronesa La
colección de la baronesa Thyssen no tiene nada que ver con la de su
marido, que el Estado compró en los noventa. Esta sigue siendo de su
propiedad y desde 2004 se expone en el museo. Una decena de ministros se
han sucedido desde entonces sin conseguir atar el acuerdo para que se
quede, aunque ha estado a punto de cerrarse en varias ocasiones. La
relación ha estado salpicada, como ahora, de desavenencias y cruce de
acusaciones en los medios. En este tiempo la baronesa ha vendido obras y
ha abierto otros museos, como el de Málaga, el de Andorra y el espacio
de Sant Feliu de Guixols (solo en verano), lo que ha fragmentado la
colección, de la que ya ha sido vendida otra de sus joyas, La esclusa, de John Constable, en 2012.
"Son
pérdidas muy importantes, la colección se ha ido descabezando, no está
retirando obras secundarias, sino más bien lo contrario", explica el
experto y crítico de arte, que ve con "consternación" cómo la colección,
que es importante pero también "muy desigual", está perdiendo parte de
su valor.
obras destacadas Todavía quedan en ella cuadros "destacados", como Los segadores, de Pablo Ruiz Picasso, o Portuguesa,
de Robert Delaunay, y varios conjuntos, como el de vistas venecianas,
el de impresionistas franceses y el de expresionismo alemán, con
"entidad museológica", añade.
Cuando
la baronesa vendió el Constable, Ángeles González Sinde era ministra de
Cultura. Parecía que había conseguido alcanzar un acuerdo para el
alquiler de la colección y también frenar la salida de la obra, pero en
el último momento Carmen Thyssen se echó para atrás.
"Esta
es su práctica habitual", según señaló González Sinde, que recuerda con
amargura ese episodio y le parece injusto la atención que los medios
prestan a su colección".