Ilustración para el capitulo 2.- de Años y leguas. Un libro lleno de prosa poética y emociones paisajisticas. Polop de la Marina
Por Ramón Palmeral
Fragmento del capitulo "2 Pueblo, parral perfección" de Años y leguas de Gabriel Miró
"...Las avispas vuelan con
dejamiento, con descuido de sí mismas. No se preocupan ni de recogerse las
patas. Deben haberse dicho: «Voy cerca, y no es menester que me suba las
piernas; colgando van bien; tal como estaba, sobra...». Esas zancas llevan una
media de vello arrugadita y caída. Pasan, vuelven, meciéndose en el sol,
distraídas y comadres.
Los abejorros,
repolludos y malhumorados, se afanan por sentir mucha prisa. Si no se fijan ni
cavilan más en las cosas, no es porque les falte capacidad de atención y
ahínco; y, si no, que se repare en el bramido que llevan. Pues, si se
estuviesen en torno del parral, no lo podría resistir el envigado; cada pámpano
se estremecería, doblándose bajo el ímpetu de su viento; una perdición. Además,
es que no pueden parar. La inmensa mañana les solicita; todo ha de recibir la
sensación de su diligencia.
Llegan los
escarabajos con su negrura pavonada. Antenas, palpos, patas se les cruzan
reciamente como un costillaje. En su sotanilla bombada y en su bonete, traen
ellos todo el sol de los campos en una gota; todo el sol miniaturizado dentro
de un azabache. Sus alas y elictras son un molino de hélices y exhalaciones
moradas. Se pesan tanto a sí mismos que rebotan contra los pilares. Temen no haberse
puesto las alas que les corresponden. Esa es su lástima. ¡Tan bien acabados,
esferoidales, carbonosos, bruñidos, organizados para empresas de terquedad, y
con las mangas tan cortas que no les permiten sostenerse en todo el día del
cielo!"