Autor: Henryk Siemiradzki
En la mitología griega, Dirce era esposa de Lico y sacerdotisa del dios Dioniso.
Los diversos autores no se ponen de acuerdo sobre quién era su padre. Así, Dirce figura como hija de los dioses-río Aqueloo, Ismeno o Asopo, o de los dioses Apolo o Helios.
Estando casada con Lico, usurpador del trono de Tebas, hizo la vida imposible a la sobrina de su marido, Antíope, que vivía con ellos desde que Lico había dado muerte a su marido Epopeo, rey de Sición,1 o bien porque había sido anteriormente esposa de Lico que este había repudiado.2 Puesto que Dirce sospechaba que su marido yacía en secreto con Antíope, la encerró a oscuras y la cargó de cadenas pero Antíope logró escaparse y huyó hasta el monte Citerón, donde dio a luz a dos hijos, Anfión y Zeto.2 En otra versión, sus hijos ya eran mayores cuando Antíope escapó y llegó al lugar donde vivían. Estos, para vengar a su madre, atacaron Tebas, destronaron a Lico y ataron a Dirce a un toro que la arrastró hasta matarla. Después arrojaron su cuerpo a un manantial que, desde entonces, lleva el nombre de la malograda ninfa,1 bien porque fue allí donde la arrojaron sus verdugos o bien porque el mismo manantial brotó del cuerpo de Dirce a instancias de Dioniso