jueves, 18 de marzo de 2021

Retrato a plumilla y lápiz de Washington Irving, por Palmeral, Hipanista estadounidense (1783-1845)



Cuentos de la Alhambra es un libro escrito por Washington Irving en el año de 1829, publicado en 1832 bajo el título La Alhambra: conjunto de cuentos y bosquejos sobre moros y españoles.

La primera edición fue publicada por Lea & Carey, en Filadelfia, (The Alhambra: A Series of Tales of the Moors and Spaniards, by the Author of "The Sketch Book" - 1832) y Henry Colburn y Richard Bentley, en Londres, (The Alhambra, by Geoffrey Crayon, author of "The Sketch Book", "Brace-brigde Hall", "Tales of a Traveller", New Burlington Street - 1832) en ediciones simultáneas, que incluían una dedicatoria a David Wilkie, R. A., compañero de Irving en su viaje por España.1​ En 1851 se publicó la versión revisada por el autor del texto.

Cuentos de la Alhambra se encuentra traducido a gran cantidad de idiomas y es considerado una de las obras más importantes de su autor.

El autor. Génesis de los Cuentos de la Alhambra

El autor del libro Cuentos de la Alhambra es el escritor norteamericano Washington Irving (1783-1859). Adscrito a la corriente del romanticismo, destaca en este libro la confluencia de su interés por España y sus tradiciones (algunos lo consideran el primer hispanista extranjero) y la influencia del orientalismo.

Tuvo el privilegio de vivir en la Alhambra mientras escribía esta obra. Después de recoger todas las leyendas de los habitantes de la Alhambra, y tras investigar en los archivos de la Biblioteca universitaria granadina, desarrolló un género de novela fantástica de imprescindible lectura.

Entre 1829 y 1832 fue secretario del consulado de Estados Unidos en España, bajo las órdenes de Martin Van Buren. Durante ese tiempo viajó, entre otros lugares, a El Escorial, Sevilla y Granada, examinando en especial los archivos que contenían documentación sobre todo lo relativo al Nuevo Mundo. Ello le sirvió de base para escribir Colón (1828), La Conquista de Granada (1829), Vida y viajes de Cristóbal Colón (1831). Su estancia en Granada le puso en contacto con la biblioteca de la universidad y le dio la oportunidad de alojarse durante una temporada en la propia Alhambra. Fue entonces cuando aprovechó para recopilar las leyendas y cuentos granadinos que constituyeron el génesis de los Cuentos de la Alhambra.