viernes, 2 de octubre de 2020

Entrevista con Maria Rosa Suárez Zuloaga, nieta del pintor vasco Ignacio Zuloaga. Castillo de Pedraza

 

UNA MUJER / UN LEGADO

«La despoblación revela que la España negra no ha desaparecido»

María Rosa Suárez Zuloaga
María Rosa Suárez Zuloaga, en el Museo Ignacio Zuloaga del Castillo de Pedraza (Segovia) y, detrás de ella, la célebre obra La Familia, de 1937, donde el pintor se retrata junto a Valentine, sus dos hijos, Lucía y Antonio, y su yerno Enrique.
María Rosa Suárez Zuloaga, en el Museo Ignacio Zuloaga del Castillo de Pedraza (Segovia) y, detrás de ella, la célebre obra La Familia, de 1937, donde el pintor se retrata junto a Valentine, sus dos hijos, Lucía y Antonio, y su yerno Enrique.-ARGICOMUNICACIÓN

María Rosa Suárez Zuloaga es nieta del pintor Ignacio Zuloaga. Heredera de su obra y su legado, está estrechamente vinculada a la localidad segoviana de Pedraza de la Sierra (Segovia), donde su abuelo dejó una huella cultural y artística de primer orden. Los Zuloaga están vinculados a este bellísimo conjunto histórico y monumental desde que, hace casi un siglo, el célebre pintor vasco adquiriera las ruinas del castillo. Hoy, este ejemplo de arquitectura militar ha contribuido a engrosar la oferta del turismo cultural de la villa de Pedraza gracias al museo, donde se expone parte del legado del pintor. Además, el castillo adquiere especial protagonismo durante los Conciertos de las Velas, que colocan a Pedraza en el calendario cultural del verano desde hace dos décadas.

Pregunta.- ¿Qué relación tiene Pedraza con un apellido tan ilustre como Zuloaga?

Respuesta.- Es muy antigua. Fíjate que Ignacio Zuloaga salió de París con 19 años para reunirse con su tío Daniel en Segovia. Gracias a él se paseó por aquella Castilla la Vieja y se topó con Pedraza. En 1923 firmó la compra de las ruinas del castillo. Se sentía atraído por esa Castilla tan tremendamente interesante para él, esa España negra que quería mostrar a través de sus pinturas.

P.- ¿Qué España habríamos dejado de conocer si no la hubiera pintado su abuelo?

R.- La España negra que acabo de mencionar, que también aparece en la obra de Francisco de Goya. Mi abuelo sentía gran admiración por él, hasta el punto de comprar su casa natal en Fuendetodos, restaurarla y abrirla al público.

P.- ¿Qué opinaba Zuloaga de Castilla, siendo de origen vasco?

R.- Él era un vasco internacional, un vasco español, un vasco que quería demostrar que España era múltiple y diversa, con arte de punta a punta, de norte a sur, y que había muchísimo que decir sobre ese país a través de la pintura.

P.- ¿Pesa mucho ser nieta de Ignacio Zuloaga?

R.- La herencia recibida es una responsabilidad para toda la familia. Creo que lo estamos haciendo lo mejor posible.

P.- ¿Qué hay en el museo del Castillo de Pedraza?

R.- Una colección magnífica de obras antiguas, tallas, tablas... Es un castillo vivido, donde el matrimonio formado por Valentine Dethomas e Ignacio Zuloaga –es decir, Francia y España- demostró por su amor por nuestro país y por el coleccionismo. La suya fue una mezcla muy interesante, que refleja la vida de un pintor que quiso ser torero y que se casó con una señora muy culta y refinada.

P.- ¿Le gustaría que la obra de Daniel Zuloaga, el ceramista, estuviera también en el Museo de Pedraza?

R.- Me preocupa mucho la obra de Daniel en Segovia. He mantenido muchas conversaciones con Eleuterio Laguna, coleccionista de tantas y tantas piezas suyas extraordinarias. Pero la situación de su colección es un drama y no puede seguir así. Eleuterio ha hecho un tremendo esfuerzo hasta ahora, todo lo que ha podido, pero ha llegado el momento de moverla y ocuparse de ella. Entre todos, tenemos que cambiar las cosas, hay que impulsar esto y conseguir que se quede donde está, pero de otro modo. Eleuterio ya tiene un espacio, un lugar, un edificio… pero claro, allí hay un negocio de hostelería y, en vez de servir comidas, habría que exponer la obra.

 

 


 

P.- Este año, de nuevo, el Castillo de Pedraza es escenario y decorado de los Conciertos de las Velas…

R.- Es un espectáculo único, porque el telón de fondo es nuestro castillo. En el origen de esta iniciativa cultural estuvimos nosotros, pero Paco Muñoz tuvo la gran idea colocar velas cuando se trasladó del patio de armas del castillo a la plaza pública. Fue un gran éxito y lo sigue siendo.

P.- Volvamos a la pintura, ¿dónde está la obra de Zuloaga?

R.- En manos de la familia, principalmente, en los museos del País Vasco y de Pedraza. También en muchos países del mundo. Y luego Daniel Zuloaga tiene un museo muy interesante en San Juan de los Caballeros.

P.- Las estampas costumbristas que dibujó su abuelo fueron decisivas para dar a conocer la geografía cultural española…

R.- Desde luego y hay muchas: El Palco de las Presidentas, que está pintada en Ayllón; El Segoviano; Los Torerillos de Turégano. Bueno, bueno… gran cantidad de cosas.

P.- Una familia marcada por el arte tendrá respuesta en las nuevas generaciones. ¿Continúa la saga?

R.- Sí, hay un pintor, que es mi hijo, Eduardo Laborde, un hombre con una magnífica personalidad y éxito.

P.- ¿Qué opina usted del turismo cultural?

R.- Tiene mucho mérito, por el esfuerzo que realizan quienes lo aman. Pero ahora parece que la gastronomía está por delante del arte.

P.- ¿Y sobre la despoblación?

R.- Estoy en desacuerdo con el poco esfuerzo que se hace en ese sentido. La despoblación es la España negra de nuestro tiempo; la despoblación revela que la España negra no ha desaparecido, aunque ahora habría que entenderla en otro sentido, diferente a hace un siglo. La concentración del turismo en Segovia capital, con miles de visitantes de todo el mundo, es fantástica pero, ¿no hay modo de llevarles al medio rural? ¿No hay en toda la provincia nada que les pueda interesar? Seguro que sí, y sería un buen modo de expandir, a otros países, esa Castilla tan importante que muchos turistas querrían conocer, pero no lo hacen por desconocimiento.

 

¿Cómo llegar al castillo de Pedraza?