martes, 13 de noviembre de 2018

Catalogo y libro de autor paroxismo de masas de Ramón Palmeral











PAROXISMO DE MASAS: un libro de autor sobre pintura

    Este catálogo es un «libro de artista» del pintor y escritor Ramón Palmeral compuesto por una antología de treinta obras de la serie «Paroxismo de masas», de un total de cincuenta y cuatro obras, por ahora. De ellas se han expuesto dos cuadros en el Salón del Minicuadro de Navidad 2016-2017 del Círculo de Arte de Alicante (cuya fotografía se adjunta en pág.10).

  Con esta obra de la llamada «vanguardia alicantina» quiero desligarme en cierto modo de mi obra figurativa anterior de mi última exposición que titulé “Intelectualismo” que expuse en septiembre de 2015 en las Asociación de Artistas Alicantinos.

    Las obras que muestro  «paroxismo de masas» es una serie que representa una exaltación de los sentimientos, que si yo pudiera explicarlos quizás no los pintara, porque presentan mundos imaginarios, sueños, transposiciones negativas de la realidad, como un camino hacia lo desconocido con la intención de representar espacios ocultos de la mente y del subconsciente.  La técnica empleada son cartones, papel, acuarelas, rotuladores y pulverizados.

     El concepto de arte cambia según los tiempos porque vivimos en un mundo super industrializado que nos agobia y nos hace sumisos a sus campañas de marketing, vivimos rodeados de imágenes: cine, televisión, revista, redes sociales, video You Tube, revistas donde nada nos sorprende. Por lo tanto, creo, que debemos romper con la obra artística tradicional, con la pintura bella o los paisajes bucólicos para avanzar. Crear supone superar la resistencia del caos.

     El artista tiene la misión de arriesgar sin miedo al fracaso, sin esperar aplausos, porque estos son los reactivos que nos empujan en sentido contrario del conformismo y de no cambiar para no irritar a los seguidores de nuestra obra. Yo no necesito aprobación de los demás para entrar en caminos poco trillados o nuevos. Pues quien no entienda qué  es arte conceptual no puede recibir satisfacción de lo novedoso, original y llamativo. Lo novedoso siempre será rechazado. Y de este rechazado surge el artista innovador y atrevido. Porque el  arte nuevo es la provocación, además de ser la representación iconoclasta del mundo en que vivimos.

     El arte contribuye a comunicar conceptos que, a veces, son comprensibles y otros no, porque se trataría de una imagen emocional. El artista ha de estar dispuesto a los cambios, y estar dispuesto a fracasar en su intento. Es quien tiene licencia de corso para experimentar  en los mundos visibles e invisibles de una forma autónoma y personal. La función del público es impedir la innovación y lo original.  Demostramos desacuerdo con lo que no comprendemos o lo raro, porque nuestro cerebro  no es capaz de comparar, y se irrita y enfada o lo desecha. Por lo general, cuando se mira un cuadro de “Paroxismo de masas”, la mente tiende a ver  formas de figuras humanas o perfiles humanos, es lo que se llama pareidolia.  Aunque mi intención es la de que no se parezca a nada conocido, lo cual es siempre difícil de ocultar.

      El artista es un alma que sueña y a la vez, influye indirectamente en otros creadores. Por lo tanto, las innovaciones desconectan con el espectador y lo conectores se colapsan.  Lo que puede ser una ampliación de lo extraño que a la vez se convierte en objeto rechazado.  Las siguientes imágenes únicamente están en mi cerebro.
     Los blogs son  conexiones imprescindibles para darse a conocer en los tiempos actuales de la informática. De poco sirve ser un gran artista si no tiene conexiones exteriores: ventanas al mundo. Nadie te va a llamar para decirte que le mandes obras para una exposición, porque has de ser  tú quien realice todos los actos para darte a conocer y sobresalir en el mundo del arte. Por ello, lo importante es hacerse de una marca o firma, yo uso Ramón PALMERAL. Un nombre, creo que es fácil de recordar. 

     No pretende escribir un manual de arte, simplemente hablar de la realidad o de mi realidad. Porque es muy difícil ser diferente a los demás artistas o crear una obra única y singular como un Picasso o un Pollock.  Nosotros, los artistas hemos de implicarnos en esta revolución de las formas y de los conceptos. Elígete a ti mismo, creando tu marca, tu empresa, tus contactos porque son imprescindibles. Bailar es crear movimientos. Innovar es bailar en el arte. ¿Qué hubiera sucedido con Wagner, Beethoven, Falla u Oscar Esplá, si no se hubieran atrevido a crear música innovadora?

      Nadie te va a dar un premio de pintura, si tú antes no han trabajado muchísimo, has innovado y te ha atrevido, sin dar de lado a tus conexiones emocionales: trato con la gente. ¿Cuántas discrepancias estás dispuesto a demostrar a los demás? ¿Cuántos insultos estás dispuesto a oír? Una buena reputación hay que ganársela, nadie hace nada por nadie. Uno jamás puede volver hacia atrás, los caminos del arte no se pueden desandar. Lo único que hace falta es talento y mucha pasión, porque sin este sentimiento vehemente los llanos se convertirán en Pirineos.

     Es difícil salir del hoyo del anonimato, el único camino es insistir y exponer, o hacer catálogos o libros de artista como el presente para enseñar tus banderas, abrir tus ventanas para que te vean. El marketing es la mejor forma de mostrar los productos y crear una necesidad, lo saben las grandes marcas, que siempre nos están bombardeando con anuncios. El artista ha de decir: «Mira lo que he hecho», luego vendrá el proceso siguiente de ampliar la obra. No podemos ser marionetas del gusto imperante, de lo académico y realista, porque hemos de ser revolucionarios para sorprender, para provocar. Son las firmas las que imperan, esto mismo pasa con la música, la literatura o el cine, son los nombres los que imponen su poder. Y son las caras conocidas las que venden moda, coches, colonias,  relojes u otros productos. El mundo es así, las marcas usan estos ganchos de caras conocidas porque nuestro cerebro los reconoce como amigos. Los sistemas procesan el gusto de las masas, y saben qué es lo que les gusta y atrae.
    Página de Ramón Palmeral http://palmeral2.blogspot.com/
     Sin esperanzas nos debilitamos y desparecemos. Sin esperanzas no hay fututo ni ilusión. La Lotería no toca, pero hay que comprar el décimo. Este es el mensaje, el de que hay que estar en el mundo con el décimo comprado y lleno de ilusiones, no sólo de dinero sino de proyectos que son los que nos mueven en el baile del arte. Hemos de crear obras con toda libertad, sin miedos, bajo el principio de que a lo largo de la historia todos los críticos se equivocan. Únicamente el tiempo dirá si es buena o mala o si deja escuela o seguidores. Con esta obra soy muy optimista.   Los buenos artistas son los que carecen de temores. Cierto cinismo y una falta de piedad son necesarios en este oficio de pintar mundos ficticios y oníricos.

     Y ya para terminar os muestro mis obras de «Paroxismo de masas» con libertad absoluta de opinar, criticar o admirar. Una obra de arte no se termina hasta que no se muestra, hasta que se da a los medios de comunicación, se expone o se da al público.

Obras de paroxismo de masas: