PAROXISMO DE MASAS: un libro de autor sobre pintura
Este catálogo es un «libro de artista» del
pintor y escritor Ramón Palmeral compuesto
por una antología de treinta obras de la serie «Paroxismo de masas», de un
total de cincuenta y cuatro obras, por ahora. De ellas se han expuesto dos
cuadros en el Salón del Minicuadro de Navidad 2016-2017 del Círculo de Arte de
Alicante (cuya fotografía se adjunta en pág.10).
Con esta obra de la llamada «vanguardia
alicantina» quiero desligarme en cierto modo de mi obra figurativa anterior
de mi última exposición que titulé “Intelectualismo” que expuse en septiembre
de 2015 en las Asociación de Artistas Alicantinos.
Las obras que muestro «paroxismo de masas» es una serie que
representa una exaltación de los sentimientos, que si yo pudiera explicarlos
quizás no los pintara, porque presentan mundos imaginarios, sueños,
transposiciones negativas de la realidad, como un camino hacia lo desconocido
con la intención de representar espacios ocultos de la mente y del
subconsciente. La técnica empleada son
cartones, papel, acuarelas, rotuladores y pulverizados.
El
concepto de arte cambia según los tiempos porque vivimos en un mundo super industrializado
que nos agobia y nos hace sumisos a sus campañas de marketing, vivimos rodeados
de imágenes: cine, televisión, revista, redes sociales, video You Tube,
revistas donde nada nos sorprende. Por lo tanto, creo, que debemos romper con
la obra artística tradicional, con la pintura bella o los paisajes bucólicos
para avanzar. Crear supone superar la resistencia del caos.
El
artista tiene la misión de arriesgar sin miedo al fracaso, sin esperar
aplausos, porque estos son los reactivos que nos empujan en sentido contrario
del conformismo y de no cambiar para no irritar a los seguidores de nuestra
obra. Yo no necesito aprobación de los demás para entrar en caminos poco
trillados o nuevos. Pues quien no entienda qué
es arte conceptual no puede recibir satisfacción de lo novedoso,
original y llamativo. Lo novedoso siempre será rechazado. Y de este rechazado
surge el artista innovador y atrevido. Porque el arte nuevo es la provocación, además de ser
la representación iconoclasta del mundo en que vivimos.
El
arte contribuye a comunicar conceptos que, a veces, son comprensibles y otros
no, porque se trataría de una imagen emocional. El artista ha de estar
dispuesto a los cambios, y estar dispuesto a fracasar en su intento. Es quien
tiene licencia de corso para experimentar
en los mundos visibles e invisibles de una forma autónoma y personal. La
función del público es impedir la innovación y lo original. Demostramos desacuerdo con lo que no comprendemos
o lo raro, porque nuestro cerebro no es
capaz de comparar, y se irrita y enfada o lo desecha. Por lo general, cuando se mira un cuadro de “Paroxismo de masas”, la
mente tiende a ver formas de figuras
humanas o perfiles humanos, es lo que se llama pareidolia. Aunque mi intención es la de que no se
parezca a nada conocido, lo cual es siempre difícil de ocultar.
El
artista es un alma que sueña y a la vez, influye indirectamente en otros
creadores. Por lo tanto, las innovaciones desconectan con el espectador y lo
conectores se colapsan. Lo que puede ser
una ampliación de lo extraño que a la vez se convierte en objeto rechazado. Las siguientes imágenes únicamente están en mi
cerebro.
Los blogs
son conexiones imprescindibles para
darse a conocer en los tiempos actuales de la informática. De poco sirve ser un
gran artista si no tiene conexiones exteriores: ventanas al mundo. Nadie te va
a llamar para decirte que le mandes obras para una exposición, porque has de
ser tú quien realice todos los actos
para darte a conocer y sobresalir en el mundo del arte. Por ello, lo importante
es hacerse de una marca o firma, yo uso Ramón PALMERAL. Un nombre, creo que es
fácil de recordar.
No
pretende escribir un manual de arte, simplemente hablar de la realidad o de mi
realidad. Porque es muy difícil ser diferente a los demás artistas o crear una
obra única y singular como un Picasso o un Pollock. Nosotros, los artistas hemos de implicarnos
en esta revolución de las formas y de los conceptos. Elígete a ti mismo,
creando tu marca, tu empresa, tus contactos porque son imprescindibles. Bailar
es crear movimientos. Innovar es bailar en el arte. ¿Qué hubiera sucedido con
Wagner, Beethoven, Falla u Oscar Esplá, si no se hubieran atrevido a crear
música innovadora?
Nadie
te va a dar un premio de pintura, si tú antes no han trabajado muchísimo, has
innovado y te ha atrevido, sin dar de lado a tus conexiones emocionales: trato
con la gente. ¿Cuántas discrepancias estás dispuesto a demostrar a los demás?
¿Cuántos insultos estás dispuesto a oír? Una buena reputación hay que
ganársela, nadie hace nada por nadie. Uno jamás puede volver hacia atrás, los
caminos del arte no se pueden desandar. Lo único que hace falta es talento y
mucha pasión, porque sin este sentimiento vehemente los llanos se convertirán
en Pirineos.
Es
difícil salir del hoyo del anonimato, el único camino es insistir y exponer, o
hacer catálogos o libros de artista como el presente para enseñar tus banderas,
abrir tus ventanas para que te vean. El marketing es la mejor forma de mostrar
los productos y crear una necesidad, lo saben las grandes marcas, que siempre
nos están bombardeando con anuncios. El artista ha de decir: «Mira lo que he
hecho», luego vendrá el proceso siguiente de ampliar la obra. No podemos ser
marionetas del gusto imperante, de lo académico y realista, porque hemos de ser
revolucionarios para sorprender, para provocar. Son las firmas las que imperan,
esto mismo pasa con la música, la literatura o el cine, son los nombres los que
imponen su poder. Y son las caras conocidas las que venden moda, coches,
colonias, relojes u otros productos. El
mundo es así, las marcas usan estos ganchos de caras conocidas porque nuestro
cerebro los reconoce como amigos. Los sistemas procesan el gusto de las masas,
y saben qué es lo que les gusta y atrae.
Página de
Ramón Palmeral http://palmeral2.blogspot.com/
Sin
esperanzas nos debilitamos y desparecemos. Sin esperanzas no hay fututo ni
ilusión. La Lotería no toca, pero hay que comprar el décimo. Este es el mensaje,
el de que hay que estar en el mundo con el décimo comprado y lleno de
ilusiones, no sólo de dinero sino de proyectos que son los que nos mueven en el
baile del arte. Hemos de crear obras con toda libertad, sin miedos, bajo el
principio de que a lo largo de la historia todos los críticos se equivocan.
Únicamente el tiempo dirá si es buena o mala o si deja escuela o seguidores.
Con esta obra soy muy optimista. Los
buenos artistas son los que carecen de temores. Cierto cinismo y una falta de
piedad son necesarios en este oficio de pintar mundos ficticios y oníricos.
Y ya para terminar os muestro mis obras de
«Paroxismo de masas» con libertad absoluta de opinar, criticar o admirar. Una
obra de arte no se termina hasta que no se muestra, hasta que se da a los
medios de comunicación, se expone o se da al público.
Obras de paroxismo de masas: