Pedro
Ortiz: Dramático, cromático y terapéutico.
Tuve el placer de asistir a la inauguración de
la exposición de Pedro Ortiz titulada “Crónica de un mundo convulso” en el
salón de exposiciones de la Diputación Provincial de Alicante, presentado por el
diputado de cultura César-Augusto Asensio, puesto que la exposición ha sido
patrocinado por esta institución en su labor de promocionar el arte alicantino
de importantes y destacados pintores.
Sabes que conozco tu obra porque hemos
pertenecido al mítico grupo de «Vanguardia 5» y hemos realizado exposiciones
colectivas en distintas salas de la provincia. Y tú individualmente has hecho otras
múltiples de ellas. Dicha esta entradilla, he de decirte que conozco tus obras
de expresionismo abstracto, algunas obras, no todas, de las que has expuesto
ahora, que se pueden ver y analizar del 30 de marzo hasta el 19 de abril del
presente año.
Teniendo en cuenta que conozco tu estilo, he
de decirte que esta muestra, donde han podido traer tus obras de gran formato,
me gusta y a la vez me asombra, porque muchas obras las tenías en tu taller
pero yo no las había visto. Ahora en esta magnífica sala resplandecen con todo
su potencial, luz y color, y por qué no apuntar: dramatismo.
Amigo
Pedro, tú tienes un instinto dominante y creativo muy desarrollado, lo que,
llevado por la inspiración, te implicas
en empresas, tanto figurativas como en tu obra expresionista: “Los cuatro
jinetes del Apocalipsis” o en expresionismo abstracto, de gran formato que
expones en esta muestra, que sin duda alguna son obras más complejas de
realizar de lo que parece, demostrativas de una valentía tuya, siempre
dispuesta a la interpretación de una
especie de obra “sui generis”, en sí misma donde te preocupas por retratar
desde el mundo plástico de las ideas del mundo convulso en que vivimos y
derramamos nuestra indignación por lo
que el ciudadano, de a pie, nada puede hacer por evitarlo, únicamente nos queda
la manifestación en un rotundo eslogan
de: NO A LA GUERRA.
Son escasos los pintores que se atreven a
interpretar bajo la óptica de la hermenéutica los temas candentes y, por qué no
decirlo cadenciosos de la guerra; como lo hiciera el pintor alemán Otto Dix,
para retratar hechos de las dos guerras
mundiales o el español José Gutiérrez-Solana, por citar dos nombres destacados.
El expresionismo abstracto, que es una
demostración deformada, adrede, de lo no concreto hay que mirarlo desde la
óptica de la expresión interior del pintor; es decir, es una obra del interior
del pintor hacia el espectador y no al revés, del espectador hacia a la
realidad como le sucede al realismo que es una representación de la realidad
concreta y visible. Pero tú eras capaz de hacer visible lo invisible en
nuestros subconscientes. Por ello, en el expresionismo abstracto se nos escapa,
a veces, la intención del pintor, si por el contrario desconocemos los símbolos
utilizados aún más difícil es interpretarlos, y, que tú Pedro, en tu alocución
de la presentación de tu obra en el salón de la Diputación explicaste sus
significados en la gama de los colores, que representa tu cosmovisión creativa
y metafórica personal: tu estilo. Tú nos distes las siguientes claves:
«Quiero dar unas pequeñas claves para la mejor comprensión o
acercamiento a las obras, los colores tienen un marcado acento simbólico, así
pues …el blanco significa lo bueno, la inocencia , la pureza, la inocencia; el
rojo la sangre derramada trágicamente, los naranjas los fuegos destructores, el
negro la muerte y sus sombrías desgracias, los sienas , ocres y tierras,
representan las fuerzas telúricas que a menudo están en lucha con el bien y el
mal en una pugna de fuerzas genésicas y de catarsis. Es pues una pintura
metafórica y metafísica donde hay drama, pero siempre si observáis bien hay
rayos de luz que son un canto a la esperanza».
Tus cuadros proceden de un impuso psíquico de
inconsciente colectivo, temas que todo llevamos colgados a la estancias ocultas
de nuestras conciencias, pero que no sabemos es expresar o interpretar; es como
en poesía cuando un poeta nos revela los mismo sentimientos que nosotros
tenemos, pero que no sabemos expresarlos, decimos estos es lo que yo también
pienso pero no sabría expresarlo en versos. Creo que necesitaríamos algunos
conocimientos del psicoanálisis de Freud, Jung o Pavlov, para recuperarnos de
la impresión neurasténica de tu treintena de obras, pero que a la vez, al
espectador le puede servir de terapia después del electroshock recibido.
Este tipo de cuadros, son violentos trazos
de color ricos en cromatismo en grandes formatos, presenta como rasgos
distintivos la angustia vital y el conflicto, lo que actualmente se considera
que refleja la sociedad en la que surgieron estas obras tipo denuncia de un
mundo convulso, como el título que le has puesto.
El Expresionismo Abstracto fue fruto de la
experiencia común de una serie de artistas que vivieron en el Nueva York de la
década de 1940 y, aunque eran amigos y compañeros, cada uno de ellos tenía un
estilo propio y único. A diferencia de lo que ocurrió en los movimientos
precedentes del Cubismo y el Surrealismo, el Expresionismo Abstracto no parecía
seguir una fórmula fija. Esta diversidad es una celebración de la libertad
individual de cada artista para expresarse.
En fin, y ya para no cansarte más con mi dialéctica,
te felicito por tu obra y te animo a seguir en el camino de la estrellas, como
dijo el poeta Manuel Molona del que cumplimos este años 2017 el centenario de
su nacimiento que dejó escrito: «Hay que
saltar las nubes/ y poblar las estrellas/ y cubrir el sol con nuestros ojos...»
Ramón
Palmeral
Escritor
y pintor
Alicante,
3 de abril de 2017