(Tomy Duarte, por Ramón Palmeral) |
Ramón Fernández nació en Piedrabuena (Ciudad Real), paso parte
de su juventud en la bonita ciudad de Andalucía (Málaga); pero por razones de
trabajo ha tendido que viajar por varias ciudades de la geografía de España.
En el año 1990,
decidió fijar definitivamente si residencia en Alicante, en la actualidad es
miembro benefactor del Museo del mar de Santa Pola, Ramón Fernández expresa la
influencia de su medio y se somete al hechizo de la luz mediterránea. Su obra
posee la cualidad de la atmósfera transparente y camina hacia la abstracción,
pasando por la pintura realista de paisajes, bodegones, retratos, caricaturas,
etc.,, elementos muy simples y minuciosos que repetidos crean un lenguaje plástico
de gran pureza.
El rayismo, los retales coloreados dentro de
una misma gama, el puntillismo… están al servicio de su extraordinaria
sensibilidad para darnos una versión delicadísima de un árbol, la lejanía, la
hoja o la flor. Basta, quizás una ojeada a uno de sus cuadros para sentirnos
fascinados pero sobre todo inquietos, porque en ellos entramos en nosotros
mismo. Dice la doctrina platónica que descubrir es recordar. Uno de los efectos
de sus cuadros, es que no nos descubren nada nuevo sino que nos recuerda bello
sueños. La obra de Ramón Fernández [Palmera] es una indicación plástica que
crece y se interrelaciona, se enriquece
y se complementan y genera un lenguaje artístico propio y lo hace avanzar muy
rápidamente. Sus imágenes son experiencias difíciles que como cicatrices marcan la evolución artística
de este magnifico pintor manchego, que un día decidió vivir para siempre en la ciudad del Sol y de
la luz, deslumbrado como no podía ser de otra manera, del
maravilloso embrujo del Mediterráneo.
La pintura de Ramón
Palmeral es también un camino para conocerse a sí mismo, un revulsivo muy
importante, como el aprendizaje de nuevas técnicas que en el arte siempre tiene
que ser una búsqueda. Palmeral cultiva una pintura realista, unas acuarelas lírica,
una topografía romántica, que embellece todo cuanto toca su pincel, transformado
la acuosidad de sus colores en obras de verdadero ensueño. Sus reiteradas innovaciones
en el campo de la abstracción no han sido frutos meramente coyunturales, sino
logros pautados por el estudio de una planificada y rigurosa investigación
personal, legitimada tano por sus cualidades y resultados plásticos como por su coherencia y fundamentación
argumental.
La contemplación de su obra me acerca al
decorativismo de ornamentos de pasados remotos y, a su vez, al ludismo topológico
y casi cibernético más actual.
Tomy Duarte
Directora del Círculo de Arte Alicantino
Diario Noticias
de Alicante, 230-03-2006