sábado, 13 de julio de 2013

Dibujo a lápiz, retrato de Gabriel Miró, pinto alicantino, por Ramón PALMERAl, 2013

Homenaja a Gabriel Miró, escritor alicantinos, maestro de la prosa. Gabriel Francisco Víctor Miró Ferrer (Alicante, 28 de julio de 1879 - Madrid, 27 de mayo de 1930), conocido como Gabriel Miró, fue un escritor español, encuadrado habitualmente en la llamada generación del 14 o el novecentismo. Índice Biografía Fue el quinto entre los hijos de Encarnación Ferrer y Juan Miró, ingeniero de Obras Públicas. Estudió entre 1887 y 1892 junto a su hermano Juan como alumno interno de los jesuitas del Colegio de Santo Domingo en Orihuela, donde le concedieron su primer premio literario con un trabajo de redacción escolar titulado Un día de campo; allí enfermó de reúma en la rodilla izquierda, quizás por hipocondría, y pasó largo tiempo en la enfermería del colegio. Su delicado estado de salud movió a sus padres a trasladarlo al Instituto de Alicante, y después marchó con su familia a Ciudad Real, como reflejará en su novela Niño y grande; allí terminó el bachillerato. En octubre de 1895 empezó a estudiar Derecho en la Universidad de Valencia y en la Universidad de Granada, donde se licenció en 1900. Fracasado en dos convocatorias de oposiciones a la Judicatura, ocupó cargos modestos en el Ayuntamiento de Alicante y en su Diputación provincial, viviendo en el apartado barrio de Benalúa. En 1901 casó con Clemencia Maignon, hija del Cónsul de Francia en Alicante, de cuyo matrimonio nacieron sus hijas Olympia (1902) y Clemencia (1905). En 1908 ganó el primer premio de novela organizado por El Cuento Semanal, adquiriendo rápidamente gran fama de narrador y estilista: en ese mismo año le dan un homenaje varios escritores, entre ellos Valle Inclán, Pío Baroja y Felipe Trigo; también en ese año fallece su padre. Colabora en muchos diarios y revistas españolas y americanas, entre ellas El Heraldo, Los Lunes de El Imparcial, ABC y El Sol de Madrid, y Caras y Caretas y La Nación de Buenos Aires.En 1925 ganó el Premio Mariano de Cavia por su artículo "Huerto de cruces" y en 1927 es propuesto para la Real Academia de la Lengua, pero no es elegido, quizá por el escándalo levantado ante su novela El obispo leproso, considerada anticlerical.