miércoles, 7 de diciembre de 2011

"La Peña de los Enamorados"



Copia realizada por Ramón Palmeral en tiempos de formación. El original es una obra del pintor palentino afincado en Málaga Serafín Martínez del Rincón y Trivés (1840-1892). En 1881 (año en que nació Pablo Ruiz Picasso) ganó segunda medalla de oro en la Exposición Nacional por "La Peña de los Enamorados", y que fue adquirido por el Ayuntamiento de Málaga, donde actualmente se exhibe. Catedrático de colorido de la Escuela de Bellas Artes de Cádiz y posteriormente Director. En 1878, medalla nacional por "El Exsorcismo", adquirdio por el Gobierno francés para la Universidad de París. Son otras obras: "Una victoria más" y "La bruja".

Ver algunas obras de Serafín

Pertenecio a la Escuela Malagueña del s.XIX. Entre los integrantes de este grupo pueden citarse al valenciano Bernardo Ferrándiz y Bádenes (1835-1885), Carlos de Haes (1826-1868), Antonio Muñoz Degrain (1841-1924), José Denis Belgrano (1844-1917), Emilio Ocón y Rivas (1845-1904), José Martínez de la Vega (1846-1905), Enrique Simonet Lombardo (1866-1927), Serafín Martínez del Rincón (1840-1892), Horacio Lengo Martínez (1840-1890), José Murillo Bracho (1827-1882), Manuel Criado Baca (1839-1899), Leoncio Talavera (1851-1878), Pedro Sáenz (1863-1927), José Nogales Sevilla (1860-1939) y José Moreno Carbonero (1858-1942), Moreno Carbonero, Verdugo Landi entre otros.


ENTRE HISTORIA Y LEYENDA:
Un joven cristiano, Tello, se enamora de la bella musulmana, Tagzona, hija del alcaide de Archidona. Desde un principio, supieron que tenian que mantener su amor en secreto, pues estaban destinado al fracaso por la diferencia de raza y religión.

La narración se sitúa en el siglo XV, cuando Antequera era frontera entre los reinos de Castilla y de Granada. Un joven cristiano Tello cae preso de estos últimos. La hija del mandatario de la ciudad musulmana de Archodina, Tagzona, tal vez en el transcurso de una visita a los calabozos de su padre, se encuentra por casualidad con el prisionero y, como suele suceder en las leyendas, ambos se enamoran perdidamente. Es la fuerza del destino.

Ayudado por la morisca, el joven escapa del calabozo y ambos se dan a la fuga. Perseguidos por las huestes del rey de Granada, la pareja busca refugio en la cima de una peña a las puertas de Antequera. Sus perseguidores inician el asedio y los amantes, dándose cuenta de lo desesperado de su situación, toman su última decisión y se inmolan arrojándose por el precipicio.

Los los Romeo y Julita de la época musulmana del Al-Andalus