Página de pintura y artes. Artista plástico alicantino de vanguardia.Pintor nacido en Piedrabuena. Arte en Alicante. Arte Contemporáneo. Interiorismo, decoración.Videoartista. Fotógrafo. Venta de obras de este autor. Página de interés para diseñadores y coleccionistas. Mas que pintor me considero investigador plástico Contacto: ramon.palmeral@gmail.com. La mayor sadisfacción que tengo al pintar es que después de muerto alguien mirará mis cuadros.
jueves, 20 de octubre de 2016
"Paroxismo de masas". Lo último de PALMERAL. Cánticas, poesía, Piedrabuena, Alicante
Comentario gráfico al machismo, sexismo y otros ismos de la sociedad.
Autor PALMERAL.
Algún día estas obras estáran en el Museo de Arte Abstracto de Cuenca.
martes, 18 de octubre de 2016
Exposición de María Amerigo en Ámbito Cultural del El Corte Inglés (Alicante) inaugura el 28 de cotubre
Muestra collage con fuerza, colorido y vitalidad. Lo moderno no es lo nuevo sino lo novedoso, y esta obra es novedosa y valiente.
sábado, 15 de octubre de 2016
Exposición ""Amor en el arte" de Juana López y Fran Gallego en El Corte Inglés, presentados por Ramón Palmeral
Todas la fotografias de Fernando Mateo
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Juana y
Fran: UN MATRIMONIO DEL COLOR (cónyuge-pintores)
Buenas tarde amigos y amigas, gracias por
venir a esta inauguración.
Primero agradecer al Ámbito Cultural de El
Corte inglés, y a Antonio su coordinador por ofrecer esta magnífica sala de
exposiciones a Juana López y a Fran Gallego, en el corazón comercial de
Alicante, que han titulado «Amor en el
Arte». Más fácil hubiera sido para el presentador: «El arte del amor».
Cuando llegaron a Alicante se apuntaron a la
Asociación de Artistas Alicantinos, en los Juana fue vocal y ahora el vocal es
Paco y coordinador exposiciones en Monte Tossal. Lo cual les ha valido poder
hacer muchas exposiciones colectivas y relacionarse, donde se han hecho querer.
¡Os queremos!, y este llenazo de la sala lo demuestra.
Cuando me pidieron que los presentara, me
dije, es la primera vez que presento a un matrimonio de pintores, a unos
cónyuges, y encima bien avenidos, amigos
míos, y que a la vez son dos grandes artistas de la pintura.
No es muy común que dos artistas unidos en
el sagrado sacramento del matrimonio, estén unidos en el sagrado sacramento de
la pintura, porque si lo miráis en la historia no abundan esta unión me
recuerdan a Frida Kahlo y Diego Rivera. Como
no tengo palabras para definir a un matrimonio de pintores me he inventado la
palabra «cónjuge-pintores» (cónyuges
uncidos por la pintura). A ver, si tiene la misma suerte que la de «escripintores» que inventara Juan Antonio
Poblador.
Juana y Paco son castellanos de pura cepa
naturales los dos de Béjar (Salamanca) y afincados en Alicante hace años.
Tierras del famoso duque de Béjar que tanto ayudó a Cervantes con El Quijote,
era Don Alonso López de Zúñiga y
Sotomayor, duque de Béjar (desde 1601 hasta su muerte en 1619)
Yo
pensé para mis adentros, seguramente trabajan en comandita, comparten estudio,
tubos de pintura, pinceles, paletas, lienzo, dibujos. Y yo os pregunto: Paco y
Juana, aquí y ahora que no nos escucha nadie. ¿Cuándo os enfadáis –porque todos
los matrimonios nos enfadamos alguna vez-
qué hacéis os tiráis tubos de pintura a cabeza? Y si algunos tubos
colisionan con los lienzos os deben salir cuadros abstractos como los driping de Pollock, ¿no? Mira por donde deben salir cuadros espontáneos,
obras de arte. Tranquilos, que me han
dicho que pintan en habitaciones separadas, cada uno tiene su estudio.
Bien,
dicho esto, esta tarde yo os voy a separar
a «desyuntar» que no divorciar, eh, cuidado… únicamente como artistas.
Porque se puede observar son dos pintores de estilos diferentes. Aquí no vale
el lema de los Reyes Católicos: «Tanto monta, monta tanto Juana como Paco» como
escribe Carlos Bermejo en el blog de la A.A.A., porque son dos pintores diferentes en técnicas y en estilos.
Muchas veces que pregunto qué diferencia
existe entre un pintor y un artista,
y la única frase que se me viene a la cabeza es la de Picasso. «Un pintor es una persona que pinta
lo que vende. En cambio, un artistas, es una personas que vende lo que pinta».
La conclusión a la que nos lleva Picasso
es que un artista tiene un estatus superior y hace lo que le da la gana, tiene
patente de corso. En cambio el pintor tiene que pintar lo que le gusta a los
demás.
Ellos, Juana y Paco son dos grandes artistas de la pintura, pero
divergentes, no
debemos compararlos. Ellos no compiten entre sí, exponen, muestran, dicen. Por
ello no quiero hablar de una obra
conjunta, sino de dos artistas que comparten sala.
A)
Juana López nos muestra hoy sus últimas
obras de abstracciones en óleos, que simulan flores, amaneceres, y marinas muy
evolucionada, que por sus composiciones
demuestra tener grandes conocimiento del dibujo, coloridos de ocres, amarillos, combinando muy
bien su paleta de colores. Que como dice mi tocayo Ramón Rodríguez en el
catálogo de esta exposición: «Es fruto de una amplia trayectoria de
investigaciones en la formas y color». Nos trae diez cuadros muy modernos, sin
marcos, para dar a entender que sus obras no tienen límites, que continúan en
el espacio.
B)
Fran Gallego (Paco para los amigos), que
inició su meteórica carrera pictórica hace unos cinco años de la mano de sus
profesores: Estela o Barceló. Que debió de aprender pronto porque los dejó para
dedicarse a pintar con pastel sus obras. Nos muestras 10 de sus últimas
creaciones aquí que son unas parisinas, paisajes urbanos, paisajes enigmáticos,
bodegones, retratos, desnudos.
Volviendo al gran Picasso: «Cada cuadro es una batalla contra uno mismo, contra la pintura». Y es cierto porque en los cuadros dejamos parte de nosotros y nuestros pensamientos, fuerza, ánimo y esperanzas. Lo que podríamos entender como un desdoblamiento entre la persona que somos y el artista que llevamos dentro, contra los elementos de la materia. El cuadro está ahí en el lienzo, es como el chiste del maestro imaginero y su alumno y el taco de madera. Le decía el maestro al alumno el santo está dentro del taco de madera pero hay que sacarlo. Por la tarde el maestro le preguntó si había encontrado al santo, y respondió el alumno "pues el santo no estaba en este tronco de madera, me ha salido un palillo de dientes".
Mirad, la pintura es una de las artes que
requiere intuición, gusto, y estética. Para mí la belleza es secundaria, yo admiro
la espontaneidad, el trazo ágil y rápido. Yo en esta exposición veo mucha
primavera y lozanía, riesgo y innovaciones, y por eso me gusta por su espontaneidad y frescura donde los colores
están enfurecidos.
Pintar es como hacer el amor: despacio lento
y bien hecho… que se remata con el verso del gran poeta cordobés de Luis de
Góngora a «A batallas de amor, campos de plumas».
La clave de todas las artes reside en estilo personal. El maestro Fernando
Soria, me dijo una vez, en mi primera exposición: «Ramón, tú pintas muy bien, pero
dónde está Ramón, yo no lo veo en ninguna parte». Eso me molestó en mi vanidad,
pero luego comprendí que tenía toda la razón, yo no tenía estilo personal, y el
estilo requiere renunciar a lo que te gusta de los demás, para sacar de ti
mismo al artista.
Pero no he venido a hablar de mí, sino a
deciros que las cualidades en la pintura de Juana y Fran es el estilo personal,
estilo reconocible, diferente a lo que hacen otros. De esta forma uno se hace
único, e imprescindible en las colecciones.
Ni Juana y
ni a Fran necesitan mis consejos porque son ya consumados artistas.
En el estilo nadie puede mentir porque el estilo es
la persona, es la subjetividad de cada cual, la ponderación del yo. En el
camino está la virtud, en el trabajo. Se hace camino al anda que dijera Antonio
Machado.
Lo que me guste a mí no tiene por qué gustar a los
demás. En este caso me gusta las obras
de los dos y tengo que decir que van por buen camino y estoy con mi tocayo
Ramón Rodríguez que escribe: «siguen camino paralelos pero no idénticos».
Los lienzos son espacios diáfanos que
comunican pensamientos, nuestra verdad, porque son representaciones del mundo tanto
onírico como real. Los cuadros son pensamientos que han encontrado vida
plástica a través de la materia y los colores
Las
pinceladas que utilizamos determinan
cómo sentimos y cómo pensamos.
Y ya para terminar, deciros, que las obras
son lo que recordamos de ellas. Son las estampas en nuestra memoria lo que
queda como si fuera un catálogo en nuestra mente. En fin desearos toda suerte
de éxito y tenéis mis bendiciones artísticas, para que si os separé como
artistas, uniros como «cónyuge-pintores».
Ramón Palmeral
Pintor y
escritor.
Alicante, 14 de
octubre. 20116
miércoles, 12 de octubre de 2016
viernes, 30 de septiembre de 2016
La famia real. Meninas y cuadro del piontor alcoyano Hérctor Lucas.
La Familia Real acepta la donación de una versión actual de «Las Meninas»
El pintor alcoyano Héctor Lucas se ha inspirado en Velázquez para efectuar una composición moderna, que presenta a la Princesa de Asturias con 18 años y a él mismo - El cuadro viajará a la Zarzuela tras su exposición en Alcoy
mario candela/fotos: juani ruz 30.09.2016 | 02:19
La Familia Real acepta la donación de una versión actual de «Las Meninas»
«Ahora pinto por gusto en la Escuela de Bellas Artes y hago algunos retratos», explica. Así, en esta muestra figura un «Goya» a su manera, con mil detalles, incluso con el alcoyanísimo Barrranc del Cint. Pero la estrella de la exposición, al fondo, en lugar preferente -el cuadro mide 2,25 x 1,50 metros- es sin duda la Familia Real, inspirada en «Las Meninas», pero con una visión del siglo XXI.
«Me vino la idea a la cabeza y me lo planteé con un reto. Me informé [siempre trabaja con la radio puesta y va apuntando los datos que le interesan] y me puse manos a la obra. Cogí documentación, hice bocetos, siempre pensando en el mundo de "Las Meninas", y efectué la composición, partiendo desde una óptica un tanto surrealista», explica.
En esta composición contemporánea, «la parte central son las niñas, hacia las que se dirige el piso, que es como un tablero de ajedrez. El espacio es el despacho donde trabaja el Rey, al que sólo he cambiado el piso porque la alfombra no me gustaba. También he puesto el retrato de Carlos III, con el que Felipe VI se identifica», señala.
La parte más surrealista de la escena, sin duda alguna, está a la izquierda, donde «han entrado unas burbujas», en las que se puede observar a Leonor, Princesa de Asturias, mirándose al espejo, cumplidos ya los 18 años. Los dibujos de la chaqueta y los pantalones están inspirados en la obra del austríaco Gustav Klimt. Todo ello, bajo la atenta mirada de la hermana Sofía, que se ha «desviado» del retrato oficial, para contemplar la imagen difusa de su hermana ya «adulta». «Las burbujas vienen de la calle y configuran algo momentáneo», efímero, propio del mundo infantil.
Al otro lado, Velázquez/Héctor Lucas está mirando la escena y con el pincel al revés, como reflexionando en torno a su próximo paso. «Por cierto, debajo de las cortinas, junto a Leonor/18 años, hay una serpiente, que las prolonga, y que nos simboliza que la vida no es todo bonito sino que siempre hay problemas». ¡Ah! Y el reloj marca la hora en que nació Leonor, las 13,46 justamente. «Son los datos que voy apuntando», comenta.
Toda la escena se desarrolla entre la sonrisa de los Reyes y la doble presencia de las hijas, sentadas sobre la mesa, en una actitud «de niñas» que observan el trabajo del artista y lo comentan.
Y luego están los detalles. «Por ejemplo, de la manga del Rey sobresale la insignia del Atlético de Madrid, del que es aficionado y el traje de Letizia lleva algunos brillantes -no muchos-, al igual que el pendiente. «He estado todo un año haciéndolo», subraya.
Una vez la obra acabada, «quise cumplir el objetivo que me había fijado que no es otro que la promesa de que si llegaba a hacerlo, se lo regalaba a los Reyes. Así que escribí una carta y envié unas fotografías. La Casa Real me contestó en junio, concretamente el jefe de protocolo, contestándome que estaban contentos y que lo aceptaban», por lo que el cuadro viajará más adelante a la Zarzuela. «Volví a escribir diciendo que hasta que no acabara la exposición no podría enviarlo», agregó.
Junto al cuadro, en una mesa cercana, Héctor exhibe algunas pruebas, incluso una cara del rey Juan Carlos. «Al principio, había pensado hacerlo en relieve e hice muchas pruebas, pero acabé descartándolo».
domingo, 25 de septiembre de 2016
sábado, 17 de septiembre de 2016
Gonzalo Saavedra expone en Alicante su brutal obra originalísima.
Palmeral y Gonzalo el día de la ingauguración, 16-08-2016 |
(Diálogo de los espematozoides, por Gonzalo)
...........................COMENTARIO DE RAMÓN PALMERAL...................
¡¡¡BRUTALMENTE ORIGINAL!!!: Gonzalo Saavedra
Del 16 al 30
de septiembre 2016 en Centro de Arte. C/. Arquitecto Morell, 11. (Alicante)
VISITA E
IMPRESIÓN
A veces, creo que las mejores palabras para condensar una idea es la
primera que se te viene a la cabeza, porque es el resultado de una conexión con
el subconsciente, éste a veces nos puede jugar malas pasadas, porque la
intuición nos puede llevar por escabrosos caminos del pensamiento. Pero al ver
ayer tarde la obra de GONZALO SAAVEDRA, en
el Centro de Arte de Alicante, fue la primera palabra que se ve vino a la
cabeza: brutal. No sabía muy bien por qué razón esta palabra se unía a la obra
pictórica de Gonzalo, conjuntada y original. Al mismo tiempo se me vino a la
cabeza un nombre, uno de los grandes del impresionismo como es James Ensor en
«La entrada de Cristo en Bruselas» de 1888,
que combina máscaras con la ingenuidad formal con la sofisticación temática
y compositiva y constituye un caso único en el marco de las experiencias
innovadoras. Un cuadro de gran tamaño que le hizo famosos. El tema y el conjunto de la obra de Gonzalo
también me recuerda a Marc Chagal, e incluso de Henri Rousseau «El Aduanero»,
por su valentía y exotismo, que incluso era admirado por el propio Pablo Ruiz
Picasso, en París.
Busqué en el diccionario del RAE la palabra
brutal y vienen tres acepciones, para definir una intención ponderativa como algo
fuerte y muy intenso. Otra acepción es la de raro, extraordinario y
maravilloso. La combinación armónica de estas palabras: fuerte, intensa, rayo,
extraordinario y maravilloso conversen en una definición: «brutalmente original».
Es lo que he sentido al ver estos 66 cuadros, un puñetazo en la cara por en peso pesado que te deja K.O. He de volver tranquilamente para ver la
obra, pero esta vez prevenido con la guardia alta.
Como el propio Gonzalo dice: «No quiero
pintar la parte más guapa o la más elegante o la de los buenos modales, he
preferido pintar la más fea». No es la más «fea», es la realidad de una
sociedad que cubre sus defectos con un velo de falsas apariencias y de
hipocresías. Es la sociedad del carnaval diario que se cubre el rostro con
máscaras, una veces de cartón y otras de falsedades, de engaños, estafas o
maldades, en un carrusel diario. Pero
Gonzalo Saavedra veterano de la vida y peluquero de señoras que fuera su
profesión, y en sus años mozos estuvo doce años en Londres, se ha encargado de
destapar sincrónicamente estas apariencias para dejarnos desnudos. En el
periodo de aprendiz de barbero llegó a tratar a muchos personajes como toreros,
guitarristas, cantaores e incluso a poetas. Y que a veces, nos deja con una sonrisa
irónica por sus profunda críticas plásticas donde nos reconocemos nosotros
mismo reflejados. Pero como si Gonzalo fuera un médium de los dioses, él mismo
se pregunta con satírica gracia andaluza: «¿Por qué pinto esto que no es
comercial? ¿Quién se atreve a colgar esto en su casa? Y la respuesta la
encuentra en sus primeros años en Andalucía y por los años de su profesión que le
fue enseñando sobre la vida. Como él mismo dice disfruta pintando lo absurdo,
lo incoherente, el despropósito, las borracheras, los comilones, los derrochones,
los que quieren aparentar. Su obra la encuadraría en lo que se llama «pintura
social» que en todas la épocas ha tenido sus adeptos, el más destacado de todos
es Goya con sus aquelarres y su pintura negra precursor de la pintura social,
que, de alguna forma desencadena en la pintura costumbrista.
ESTILO PROPIO Y ORIGINALIDAD
Para ser original como los grandes maestros
hay que ser atrevido, valiente, y a la vez
ingenioso, Gonzalo, que, a partir de esta exposición hay que llamarle el
Gran Gonzalo, nos incita a admirar sus
visiones oníricas, a menudo ambientadas en la jungla humana, donde
aparecen todos los tipos de la sociedad en la que vivimos, desde maleantes,
prostitutas, chorizos, drogatas, guardias civiles, policías, curas y extraños
tipos singulares como «dragqueen», travesti, o el negro de las despedidas de
soltera, Manolo el del bombo etc… etc... Gonzalo es un andaluz ingenioso y
gracioso de Jimena de la Frontera y lleva en los genes la gracia y las
chirigotas de Cádiz, siempre críticas, aceradas
y acertadísimas, pero esta vez con medalla de oro. Su pintura está llena de tipos diversos en
la «feria de las vanidades» propias del
comportamiento social y humano, y lo consigue sobradamente, escribiendo
carteles en los cuadros que, indirectamente nos recuerdan a los ninot de la
Hogueras de san Joan en Alicante.
Gonzalo, con sus 66 cuadros colgados como
violines risueños de la pared del Centro de las Artes de la calle Arquitecto
Morell 11 de Alicante, nos demuestra que es un pintor minucioso y muy
trabajador. Ayer tarde, en la exposición, me dijo que cuando empezó a copiar la
«Fragua de Vulcano» de Velázquez, no le gustaba como estaba quedando, porque
parecía una copia, y como ello, no era el fin de su pintura, a los herreros los
puso a su manera cómica, lo que lo convierte en una interpretación homenaje a
Diego de Velázquez, y no en una copia que no tiene valor artístico. Porque he
de decir que él sabe pintar académicamente, pero su camino, su estilo propio va
por otros caminos, otras investigaciones y otras innovaciones. Lo que pinta
Gonzalo es tan original y tan personal que no se le puede imitar, y lo
convierte en único, lo cual es un valor en la pintura actual, donde hay grandes
pintores, pero pocos son los que alcanzan
el sello de excelencia original. En mi opinión no es suficiente pintar
académicamente lo que podría ser correcto, sino que hay que tener estilo propio
reconocible en la nube de los artistas contemporáneos.
ORGULLOSOS
Podemos estar muy orgullosos en el templo
de la Asociación de pintores alicantinos, de tener un pintor de sobrada vanguardia,
brutalmente original con el que hay que contar en el futuro. Estábamos
acostumbrados a ver sus obras de pequeño tamaño como chistes, como viñetas
cómicas pintadas, pero al ver sus obras de gran tamaño algunas de más de un
metro de lado, comprendemos la dificultad que ello conlleva. Es como ver una
película en televisión o en el cine, es totalmente diferente. Me llama mucho la atención el retrato irónico
de Rey Juan Carlos I, que tiene en la mano una Constitución, una bandera con un
toro y un paraguas en cerrado en el brazo derecho y detrás cuadros de caza
mayor en África. O el diálogo de los espermatozoides. La ingenuidad de Gonzalo,
buscada adrede, como hacía el gran Marc Chagal, nos provocada asombro y a la
vez humor. Decía Picasso que le había costado toda una vida llegar a pintar
como un niño. Se podrían comentar los 66 cuadros, pero es
mejor verlos.
Esta no es la primera exposición de Gonzalo,
que yo recuerde hizo otra importante hace un año en el Casino Mediterráneo en
septiembre de 2015, presentado por el gran dibujante Ramón Rodríguez, titulada
«A mi manera». Y es que es así, él pinta a su manera, y solamente aquellos poco
duchos en pintura no la entienden.
La obra de Gonzalo es absolutamente reconocible.
No importan las técnicas empleadas en la pintura, todas son buenas si el
resultado es bueno. A veces, la pintura de otros pintores rompedores nos pasa
como la cerveza, que al principio nos sabe amarga, pero luego nos guasta. Y Gonzalo en su trayectoria ha sido como la
cerveza, nos sabía extraña, pero ahora disfrutamos de ella. En su sátira
social no se salva nadie, ni la Iglesia
con un cardenal y monjas pelotilleras jugando al golf. A veces puede ser cruel
e incluso sádico, pero así es el mundo
que nos ha tocado vivir. Y él solamente se encarga como los periodistas de contárnoslo,
porque tiene el don de ver, donde otros no vemos, por ello Gonzalo es único. Es
una obra figurativa social del pos-primitivismo muy contundente y eficaz que
cumple muy certeramente la labor de denuncia y a la vez de compromiso. Porque
conseguir una composición, desarrollar un tema espontáneo, es harto complejo.
Como dijo ayer Carlos Bermejo en la presentación: «Se trata de un pintor de lo
más versátil que toca todos los temas, pues aunque los más conocidos sean los
más populares de famoseo y de crítica irónica sobre nuestro tiempo, también le
gusta pintar paisajes urbanos de los pueblos tradicionales con figuras
incluidas, vista desde un matiz de la ingenuidad, que sin caer en lo naif, le
confiere una tremenda originalidad».
CONCLUSIÓN
Y para terminar, aunque me dejo muchas
cosas en el tintero, he de decir que Gonzalo ha puesto una pica en Flandes, y
que su obra es digna de estar en los museos, y recorrer Madrid, Bilbao o
Sevilla, porque es un valor, no ya en
bruto, como se suele decir, sino un valor consolidado, digno de estar en las
mejores colecciones privadas de Alicante y España. Tengo que decir Gonzalo, que
¡CHAPÓ! A quien admiro con «todo mi corazón desmesurado» como dijera el gran
Miguel Hernández. Me viene a la cabeza el nombre de otro gran Gonzalo, el de
Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán.
Ramón
Palmeral
Pintor
y escritor
Alicante,
17 de septiembre de 2016
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