martes, 24 de mayo de 2016

Flores minimalista de Palmeral. Contraste entre flores y un gran marco.

Flores minimalista de Palmeral. Minicuadro finalista en Huested del Cid, Elda. Cuadro repujado en cuero. Precio de venta el público 450 €


viernes, 13 de mayo de 2016

Adelardo Parrilla Candela, pintor alicantino (1876-1953). Pintor de bodegones, y retratos

 

 



Coleccionismo de arte:

http://www.todocoleccion.net/arte-pintura-adelardo-parrilla_OO_272

PARRILLA CANDELA, ADELARDO

PARRILLA CANDELA, ADELARDO (Cartagena, 1877 ­ Alicante, 1953)

  Adelardo Parrilla Candela (Cartagena, 1877, Alicante, 1953). Si con algo se puede asociar el universo temático de este artista es con el bodegón, aunque no por ello, deja de explorar otros frentes como el retrato, el paisaje o las escenas costumbristas ambientadas generalmente en la tierra levantina. Iniciada su formación artística en Alicante, pese a que nació en Cartagena, muy pronto ingresó en la Academia de Lorenzo Casanova, cuya pedagogía descansaba más en el desarrollo de la vena artística de cada pintor que en el sometimiento a unos moldes impuestos por el maestro. Más tarde, ampliará estudios en la Academia de San Fernando de Madrid y en la Escuela de Bellas Artes de París. Pero, antes de todo ello, empieza a cosechar éxitos. Ya en la exposición de Bellas Artes de Alicante, que tuvo lugar en 1894, se le premia con una medalla de bronce. Dos años después, presenta en la exposición de Barcelona, “Fraile en oración”, cuyo tema está en la línea de otros firmados por Casanova o Navarrete. Su participación en distintas exposiciones nacionales o extranjeras, tanto individuales como colectivas, se convertirá en algo habitual. Pese a todo, el tono que Parrilla impone a su pintura discurre por los cauces más tradicionales. De hecho, cuando elige el tema del bodegón, se recrea con una visión naturalista en la plasmación en el lienzo de una bien abastecida serie de verduras y frutas, que más incitan a dar buena cuenta de ellas que a plantear complicadas cuestiones estéticas acerca de la masa cromática de las mismas o a resaltar aspectos como la relación con el espacio de tales objetos. Sus bodegones se desentienden de cualquier otra referencia, y ello no es necesariamente un demérito, que no sea la contemplación sensual de los más variados y atrayentes frutos que la luz y el color hacen resaltar. La mirada que el pintor aplica a este tipo de cuadros es sencilla. Se trata, en suma de composiciones conseguidas a base de toques cromáticos de gran riqueza que con seguridad, le proporcionaron el esperado éxito. Representativos de su estilo son dos cuadros que llevan el mismo título y que, seguramente, formarían pareja. Este es el caso de “Bodegón con frutas”. Dotados de un cierto candor aparecen los cuadros de “Pescadora” y “Pastora”, cuyos rostros, en especial, se aproximan a los de algunas figuras de Lorenzo Casanova. Parrilla se da a conocer fuera de España, enviando obras a Puerto Rico, Filipinas, Nueva York y Buenos Aires. Estos viajes, le conceden la primera medalla en un certamen plástico de Francfort. Paisajista de fina empastación, pintor de innumerables retratos, es un enorme y fecundo bodegonista, tanto que fue llamado “el genio del bodegón”.
Cuenta Luis Pérez Bueno, crítico de arte y biógrafo, la decisión que tomó el profesor de latín de Adelardo Parrilla: “Mira, hijo, déjate de latines. Tú no has nacido para ser médico o abogado, serás pintor”. Le compró lápices, papel y demás utensilios necesarios para dibujar, y lo llevó a la Academia de Lorenzo Casanova.
Adelardo Parrilla se mantiene del poco dinero que puede mandarle su padre, empleado de la Compañía de Ferrocarriles del Mediodía, y eventualmente de la venta de alguna pintura. El Barón de Mayals, personaje liberal, ilustrado y culto, ante las dificultades económicas de Adelardo Parrilla, le concede una importante ayuda financiera.
 Parrilla hizo un retrato de Gabriel Miró, el conocido Retrato de la mecedora que dedicó y regaló a doña Encarnación Ferrer, madre del autor de Las cerezas del cementerio. Gabriel Miró tenía en ese momento unos diecisiete años. Fueron Gabriel Miró y Adelardo Parrilla amigos entrañables, a la sombra protectora de Lorenzo Casanova, casi un padre para ambos.


 
Parilla era compañero de Emilio Varela en la academia de Lorenzo Casanoba y Lorenzo Pericás.
 El día 11 de marzo de 1953, después de sufrir su primer ataque de parálisis, muere en Alicante Adelardo Parrilla, dejándonos una obra amplia, muy elogiada y extensamente comentada y conocida.”
Amando Parodi nos ha dado un pincelada de la incursion de Adelardo Parrilla en el Mundo de les Fogueres de Sant Joan en el año 1930″ Fue el autor de la Foguera Barrio de Benalúa de 1930 y la Memoria adjunta a dicho boceto, presentados ambos documentos conjuntamente con la solicitud de plantà, es suficientemente explicativa de lo que el artista quiso plasmar en el monumento. Tenía por título “Entrada a Benalúa = El pont del perill”, si bien en el llibret de la foguera aparece el de “El pont trágic”, y se plantó en la travesía de la calle Pardo Gimeno con Arquitecto Guardiola.

La memoria comienza haciendo referencia al boceto por lo significativo del mismo (lástima que no se conozca su paradero), y prepara el terreno a la explicación del monumento, situando la escena en el estrechamiento que sufría la calle en el principal acceso al barrio de Benalúa, el puente de la carretera de Ocaña, y las consecuencias que conllevaba para el tráfico y para los peatones, pues además carecía de acera o pasarela para los mismos. Así dice el documento: “el más pequeño descarrilo del tranvía, puede ocasionar una catástrofe similar a la que reproduce la foguera”. Continúa más adelante detallando “una escena de las que diariamente se pueden admirar en dicho famoso puente, que desde tiempo inmemorial está convertido en albergue predilecto de gitanos y gente maleante que, además de dejar allí su miseria, producen espectáculos nada recomendables”. Por último añade que “los frentes de la «foguera» son dos pinturas que reproducen el «mercado de Benalúa», que no existe, haciendo mucha falta, y una visión del citado puente, tal como se lo imagina la Comisión para el año de 2030”.

jueves, 12 de mayo de 2016

Coloquio sobre Emilio Varela en Radio Milenium. 12 de mayo 2016


Radio Milenium de Alicante, FM 107.7. Coloquio sobre el pintor alicantino Emilio Varela con motivo de la concesión de Hijo Predilecto de la Provincia de Alicante, con la participación de Ernación Varela, sobrina del pintor, Ramón Palmeral, pintor de la Asociación de Artistas Alicantinos, y como locutores a José María y Miriam. Una hora de programa donde hicmos un análisisde la obra de pintor Varela injustamente olvidado, su trayectoria artica, su biografía y otros aspectos.
La nombramiento de tan meritorio título le fue concedido el 4 de mayo de 2016 por la Diputación de Alicante (César Sánchez, presidente, y César Augusto Asensio diputado de Cultura).
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VARELA ISABEL, EMILIO

VARELA ISABEL, EMILIO (Alicante, 1887-1951)
Es el pintor más significativo y original de la primera mitad del siglo XX, periodo con el que coincide su carrera. Educado en la Academia de Casanova y con algunos de sus discípulos, en 1904 se traslada a Madrid, estudia con Joaquín Sorolla y es condiscípulo de Salvador Tuset y Tomás Murillo. En 1918 expone, en la colectiva del I Salón del Círculo de Bellas Artes de Alicante, pinturas postimpresionistas, en pleno apogeo de su época amarilla. Cuando Sorolla vino a tierras alicantinas para pintar El Palmeral 1918-1919 para The Hispanic Society de Nueva York, Emilio le acompaña, interesándose de nuevo por la obra del maestro. En 1892 logra un importante éxito con Pueblo de Alicante, en la Exposición Nacional de Madrid, empezando a sonar internacionalmente. En 1926 exhibe en el Ateneo de Alicante, donde llevará a cabo numerosas individuales, distintas obras de su época lumínica, El parral. A partir de 1927 un nuevo paisaje le influenciará, su amigo Oscar Esplá ha construido su chalet en Aitana. En junio de 1928 permanece durante dos semanas en París con el gran compositor alicantino, tras el cual el pintor busca una forma más sencilla y poética de expresión a base de tonos grises, es su época gris. En 1932 presenta 58 obras en el Ateneo, siendo sin duda su gran muestra, mismo lugar donde en 1936 hará su última exposición individual, con obras que han sido englobadas bajo el concepto de realismo mágico. Tras la guerra, además de otras presencias, acude a las convocatorias de la Diputación de 1944 y 1946, obteniendo en esta última el primer premio.

Exposición de Juan Antonio Poblador "Mis Abstraccciones". Palmeral en la inauguración del Ateneo.


Video de la inauguración de Juan Antonio Poblador. Ateneo de Alicante 11 de mayo al 5 de junio 2016 LA VIDA ES UN SUEÑO Hace unos días volví a visitar la exposición en el Ateneo de Alicante de nuestro presidente y amigo Juan Antonio Poblador. Mejor diría, la visita al jardín de los sueños y la fantasía de Juan Antonio.

 En cierta ocasión dijo Valle-Inclán al pintor Julio Romero de Torres, de quien era devoto admirador: “NADA ES COMO ES, SINO COMO SE RECUERDA”. Y es que la pintura debe ser la verdad vista a través del recuerdo y recuerdos de la imaginación son al fin y al cabo, este conjunto de obras que nuestro amigo presenta. No puedo evitar al contemplar detenidamente cada uno de sus cuadros la escenificación del auto sacramental calderoniano de LA VIDA ES SUEÑO, la lucha de los cuatro elementos de la naturaleza por la posesión de la corona del poder que finalmente vence la criatura divina del hombre. Diríase al ver por primera ver estas atracciones pictóricas de Poblador, que el caos ha invadido su obra en un aparente BIG BANG de colores, equilibrado por una hábil disposición de silueta y figuras realistas que humanizan todos sus cuadros. Como decía, EL FUEGO, LA TIERRA, EL AIRE Y EL AGUA se muestran en ese torbellino colorístico que brotó de su paleta, que dando juego al azar sugirió mil formas al uso de los pigmentos que Juan Antonio aprovechó para la inclusión de siluetas que poetizan su trabajo. Rojos violentos, como un hálito de infierno donde figuras huyen de prisiones fiscales, entre lenguas de fuegos y acantilados que nos hacen pensar en la presencia de Prometeo y Vulcano en un aire abrasador. Excursionistas que trepan por cuestas imposibles de la madre TIERRA; figuras ingrávidas por un cielo de extrañas texturas. Gráciles muchachas con sombrillas entre carrizales y charcas que reflejan su alma evanescente en tranquilas aguas… Cada cuadro, amigo Poblador, es un canto de lira. 

Podemos imaginar a Alfonsina Storni surgiendo del mar entre fondos de algas y corales, como buscando en ese mundo azul la luz del sol y convertida en audaz surfista batiéndose en la cresta de las olas de un mar tempestuoso que marca un contrapunto dinámico frente a la quietud y misterio de las profundidades marinas. Un banco con unos viejos y la nota pintoresca de un perro, como detenido el reloj del tiempo, contemplando absorto una suerte de aurora boreal en un aire que puede palparse en esa hora de la eternidad. Notas de humor, ternura y guiños cinematográficos con imágenes de borrachines con bufandas al viento caminando por un suelo impregnado de vino y una bóveda de cielo caótico. Woody Allen y Chaplin se acoplan en unos fondos increíbles junto al rostro de un “Teen-ager” escapado de WEST SIDE STORY que, encendiendo un cigarrillo nos mira provocativamente. Numerosas figuras que añaden a arabescos, manchas, fusiones de color, un soplo de vida como por último esa familia que unida permanece unida, dirigiéndose en un imaginario crepúsculo hacia un horizonte de paz, felicidad y sosiego, huyendo de esta cárcel de la vida que nos oprime… Volví a pisar la calle de Las Navas, con una extraña sensación de calma de espíritu y pensando que es cierto lo de “TODO ES SEGÚN SE RECUERDA”… Gracias, maestro, por esos momentos de ensueño. 

RAMÓN RODRÍGUEZ .........................CUANDO LOS COLORES TOMAN VIDA............ Con el título de "Mis abtracciones", Juan Antonio Poblador nos muestra una colección dolores que toman vida propia, con colores enfurecidos que se revelan contra al realidad tal y como hiera el famosos pintor y grabador japonés Hiroshige, que conviertió el paisaje es delicado arte, es decir, que el paisaje dejó de ser una naturaleza muerta para convertise en arte. Del mismo modo Poblador ha conseguido con esta muestra en el Ateneo de Alicante, que lo solores se conviertan en soldados que toman las armas de los colores para ir a la lucha de la realidad. Se han venido, han traspasado al frontera de la ficción mental de una idea, para hacers realidad en un cojunto que descofidica la realidad para convertise en una idea nueva de otra realidad. Es como si Poblador hubiera liberado de la esclavitud a los colores. Porque los colores deben tomar vida, pero no pueden perder la formas, ni la gracia ni la belleza cono hicera Antonio Canova con sus esculturas que la bañó de un alieto de dividad. Y es que cuando se ve detenidamente esta nueva estapa valiente de Poblador, la música suena dentro de los cuadros como clavicordio afinado por un maestro del romanticismo, que no es otra cosa que renovación de nuevos sonidos. Espero y deseo que tus abstracciones sigan tejiendo abrazos para aquellos que te desemos lo mejor. Ramón Palmeral

Juan Antonio Poblador en el Ateneo, 5 de junio de 2016


Video de la inauguración de Juan Antonio Poblador. Ateneo de Alicante 11 de mayo al 5 de junio 2016 LA VIDA ES UN SUEÑO Hace unos días volví a visitar la exposición en el Ateneo de Alicante de nuestro presidente y amigo Juan Antonio Poblador. Mejor diría, la visita al jardín de los sueños y la fantasía de Juan Antonio. En cierta ocasión dijo Valle-Inclán al pintor Julio Romero de Torres, de quien era devoto admirador: “NADA ES COMO ES, SINO COMO SE RECUERDA”. Y es que la pintura debe ser la verdad vista a través del recuerdo y recuerdos de la imaginación son al fin y al cabo, este conjunto de obras que nuestro amigo presenta. No puedo evitar al contemplar detenidamente cada uno de sus cuadros la escenificación del auto sacramental calderoniano de LA VIDA ES SUEÑO, la lucha de los cuatro elementos de la naturaleza por la posesión de la corona del poder que finalmente vence la criatura divina del hombre. Diríase al ver por primera ver estas atracciones pictóricas de Poblador, que el caos ha invadido su obra en un aparente BIG BANG de colores, equilibrado por una hábil disposición de silueta y figuras realistas que humanizan todos sus cuadros. Como decía, EL FUEGO, LA TIERRA, EL AIRE Y EL AGUA se muestran en ese torbellino colorístico que brotó de su paleta, que dando juego al azar sugirió mil formas al uso de los pigmentos que Juan Antonio aprovechó para la inclusión de siluetas que poetizan su trabajo. Rojos violentos, como un hálito de infierno donde figuras huyen de prisiones fiscales, entre lenguas de fuegos y acantilados que nos hacen pensar en la presencia de Prometeo y Vulcano en un aire abrasador. Excursionistas que trepan por cuestas imposibles de la madre TIERRA; figuras ingrávidas por un cielo de extrañas texturas. Gráciles muchachas con sombrillas entre carrizales y charcas que reflejan su alma evanescente en tranquilas aguas… Cada cuadro, amigo Poblador, es un canto de lira. Podemos imaginar a Alfonsina Storni surgiendo del mar entre fondos de algas y corales, como buscando en ese mundo azul la luz del sol y convertida en audaz surfista batiéndose en la cresta de las olas de un mar tempestuoso que marca un contrapunto dinámico frente a la quietud y misterio de las profundidades marinas. Un banco con unos viejos y la nota pintoresca de un perro, como detenido el reloj del tiempo, contemplando absorto una suerte de aurora boreal en un aire que puede palparse en esa hora de la eternidad. Notas de humor, ternura y guiños cinematográficos con imágenes de borrachines con bufandas al viento caminando por un suelo impregnado de vino y una bóveda de cielo caótico. Woody Allen y Chaplin se acoplan en unos fondos increíbles junto al rostro de un “Teen-ager” escapado de WEST SIDE STORY que, encendiendo un cigarrillo nos mira provocativamente. Numerosas figuras que añaden a arabescos, manchas, fusiones de color, un soplo de vida como por último esa familia que unida permanece unida, dirigiéndose en un imaginario crepúsculo hacia un horizonte de paz, felicidad y sosiego, huyendo de esta cárcel de la vida que nos oprime… Volví a pisar la calle de Las Navas, con una extraña sensación de calma de espíritu y pensando que es cierto lo de “TODO ES SEGÚN SE RECUERDA”… Gracias, maestro, por esos momentos de ensueño. RAMÓN RODRÍGUEZ .........................CUANDO LOS COLORES TOMAN VIDA............ Con el título de "Mis abtracciones", Juan Antonio Poblador nos muestra una colección dolores que toman vida propia, con colores enfurecidos que se revelan contra al realidad tal y como hiera el famosos pintor y grabador japonés Hiroshige, que conviertió el paisaje es delicado arte, es decir, que el paisaje dejó de ser una naturaleza muerta para convertise en arte. Del mismo modo Poblador ha conseguido con esta muestra en el Ateneo de Alicante, que lo solores se conviertan en soldados que toman las armas de los colores para ir a la lucha de la realidad. Se han venido, han traspasado al frontera de la ficción mental de una idea, para hacers realidad en un cojunto que descofidica la realidad para convertise en una idea nueva de otra realidad. Es como si Poblador hubiera liberado de la esclavitud a los colores. Porque los colores deben tomar vida, pero no pueden perder la formas, ni la gracia ni la belleza cono hicera Antonio Canova con sus esculturas que la bañó de un alieto de dividad. Y es que cuando se ve detenidamente esta nueva estapa valiente de Poblador, la música suena dentro de los cuadros como clavicordio afinado por un maestro del romanticismo, que no es otra cosa que renovación de nuevos sonidos. Espero y deseo que tus abstracciones sigan tejiendo abrazos para aquellos que te desemos lo mejor. Ramón Palmeral