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jueves, 12 de noviembre de 2015

La tertulia de los jueves en Centro de Arte sobre el pintor Jean Simeón Chardin











  Cuando vemos con espanto la injusticia que el azar que rige la vida, cometió con artista tales como van Gogh o Modigliani, que vivieron poco, pasaron hambre y hoy sus obras se venden en las subastas por millones, recordamos y traemos a colación, la  popular e irónica frase de que “unos nacen con estrella y otros nacen estrellados”. Y uno de esos nacidos con estrella lo fue en la historia de la pintura, el francés JEAN SIMEÓN CHARDIN: rico de nacimiento (su padre, ebanista,  era algo así como el rey de los billares); a los veintinueve años fue descubierto por  dos miembros de la Real Academia de Pintura y Escultura, en una de las exposiciones de juventud de las que se celebraban al aire libre en la plaza de Dauphine en Paris, y a la vista de sus dos famosos bodegones “La raya” y “El buffet”, fue propuesto como académico, aunque lo fuera en el nivel más bajo de la jerarquía de los géneros, -como lo era el tema de los animales y frutas-, que regía en la Academia Francesa, que estaba precedido por: históricos, retratos, paisajes, marinas, flores y frutos.
 Sin embargo, sus bodegones alcanzaron tal prestigio, que saltaron de lugar en la preferencia de la burguesía y se los quitaban de las manos. Pero quería demostrar que era algo más que eso, y en una segunda época se especializó en los temas intimistas de las escenas familiares con madres y  niños, al estilo de holandeses y flamencos, creando en ellos una atmosfera de realidad y encanto, que subyugaba a los burgueses  que le compraban sin rechistar a los  altos precios que él imponía. Luego y ya en una tercera y última época, se dedicó a retrato, con preferencia en la técnica del pastel, e igualmente triunfó artística y económicamente, hasta el final de sus ochenta años de vida exitosa y longeva para aquellos años, tras haber disfrutado del amor de dos mujeres, de nombre Margarita: la primera se deshojó a los pocos años de casados, y la segunda, bastantes años más joven que él  le sobrevivió. Y  el colmo de los colmos del éxito en vida para un pintor: el rey le concedió vivienda en las Galerías del Louvre, donde acabarían colgados, tras su muerte, mucho de sus cuadros.
  Lo dicho, “unos nacen con estrella y…”; Chardin, fue y sigue siendo una de las más rutilantes estrellas de la pintura francesa del rococó tardío.
 Con todos esos mimbres la sesión de hoy de “LA TERTULIA DE LOS JUEVES”, en nuestro CENTRO DE ARTE, ha transcurrido en paz y armonía, y tras las siempre excelentes y documentadas introducciones al tema, de nuestros compañeros MARÍA ROSA AZORÍN, PEDRO ORTIZ  y RAMÓN RODRÍGUEZ, han intervenido  RAMÓN PALMERAL, para encuadrar la vida del pintor en su contexto histórico y  ELENA SAINZ, en el aspecto existencial y metafísico que dimana de la pintura del Chardin. Un lujo de apostillantes que enriquecen con  su cultura nuestras exitosas tertulias.
  Y para terminar, se acordó  que en la tertulia del próximo jueves día 19 de noviembre,  se trataría la vida y la obra del renacentista italiano GIOVANNI BELLINI.
Carlos Bermejo
Comentarista de la AAA
Alicante, 12 de noviembre de 2015