Reducido a 400 pixeles.
Para el libroi "Buscando a gabriel Miró en Agos y leguas."
Página de pintura y artes. Artista plástico alicantino de vanguardia.Pintor nacido en Piedrabuena. Arte en Alicante. Arte Contemporáneo. Interiorismo, decoración.Videoartista. Fotógrafo. Venta de obras de este autor. Página de interés para diseñadores y coleccionistas. Mas que pintor me considero investigador plástico Contacto: ramon.palmeral@gmail.com. La mayor sadisfacción que tengo al pintar es que después de muerto alguien mirará mis cuadros.
sábado, 22 de septiembre de 2018
viernes, 21 de septiembre de 2018
Lámina 17 y última de "Años y Leguas". Sigüenza y el incendio en Aitana de Gabriel Miró Por Palmeral
El incendio en Aitana "Años y leguas"
Sigüenza era un pirómano
Rosales y nieves de
cenizas. Abrió Sigüenza su mano para coger olor, y era buen olor de tahona.
Aleteaba el fuego por los tojos, corría por jistos [quizás justos] de grama. Crujidos
frescos, rasgados de llamas nuevas; ruidos duros, metálicos, de calcinación;
retumbos de pellones de rescoldos. Ya se calientan las ropas y la piel de Sigüenza;
ya huelen torvamente a incendio, a incendio suyo... Y se le apartó un poco su
júbilo, y un recelo inesperado se puso a preguntarle: «¿Es de verdad tanto goce
infantil por esa hoguera, esa hoguera tuya que crece, que ya rodeándote?».
Se le cayó el
cigarrillo. Vio delante, como corporalmente delante, el concepto de su soledad;
y no sabiendo qué hacer, se quedó mirando su cayado.
Estaba solo,
con su cayado nada más. Con legón, con azada, descuajaría las socas de esos
hogares de leña; les arrimaría y les volcaría tierra y pedregal, como hacen los
labradores y pastores para remediar los incendios. Quiso valerse de su bastón,
y le retoño en lenguas que lo devoraban.
Las aliagas
eran bestias rojas, delirantes, que mordían la hierba, que se cebaban hasta de
las esponjas húmedas de los musgos.
Sigüenza llegó
a verse destacado de sí mismo, solo, remoto también de sí mismo, mirándose y
esperándose. Le arrebató el ansia y la delicia de huir. Y saltó del ruedo
encendido, abriendo el humo.
Volviose desde
el collado para contemplar la obra de su cerilla lírica, y precipitose por el
recuesto. Sus piernas y sus brazos, ¡qué grandes y qué ajenos!... Se le verían
de todas las casas del valle.
Otra vez su sendero
con las huellas de sus pies de cuando trepaba tan Sigüenza; y encima, el humo
abullonado, hirviente de negro; humo de perdición.
El pinar, y en
el fondo un ladrido. Sin ver al perro, sentía que le acechaba y le ladraba a
él, enroscándosele su acusación a las rodillas. Y por las curvas quietas y
rotundas de los pinos, un vuelo ancho y suave de grajos.
(Ya llegaría
el incendio a los rastrojos, a las viñas, a los almiares, a los casalicios, y
arderían las carrascas, los huertos, los cipreses de Sella...)
Subió un grito
que llevaba en la punta su nombre. Y Sigüenza tuvo que gritar para no creer que
se escondía.
Sentose de
espaldas a la ventana, y en su nuca le retozó el aire dulce del principio de la
tarde, la tarde tan azul, traspasada por el pilar de humo macizo, inmóvil en el
alto reposo.
Se le
dramatizó la conciencia, remordida por el mal que había dejado, y obligose a
revolverse, también dramáticamente, para mirar.
El guarda
rural sacó su petaca de cuero, atada con un cordel como un hurón cautivo, y
lamiéndose su sonrisa le dijo:
martes, 18 de septiembre de 2018
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Leopoldo Roaless, pintor alicantino (1949-2012)
Biografía
Leopoldo Roales-Nieto y Ordoñez, Roaless, nació en Madrid el 15 de diciembre de 1949 y falleció en la misma localidad el 29 de enero de 2012.
Durante su larga y prolífica carrera
profesional, además de pintor sobre las más variadas superficies y
materiales y estilos, fue escritor, conferenciante y profesor de arte.
Cursó estudios de derecho en la
Universidad María Cristina de San Lorenzo de El Escorial, adjunta a la
Universidad de Madrid, pero su verdadera vocación era la pintura.
Se diplomó en arte en junio de 1979,
finalizando sus estudios en la Escuela Oficial nº 1 de Artes Aplicadas y
Oficios Artísticos de Madrid en la especialidad de esmalte sobre
metales. Obtuvo el premio extraordinario fin de carrera y diploma en la
reválida de la especialidad.
Complementó sus estudios artísticos con los pintores Antonio López de los Mozos y José Méndez Ruiz.
Entre
otros, obtuvo los premios Duque de Rivas, Fundación Ruiz-Mateos, Villa
de El Escorial y Extraordinario de Esmalte sobre Metales en la Escuela
de Artes y Oficios de Madrid.
Fue
cofundador del Grupo Siete y del taller escuela “Possada del Arte”.
También fue miembro de la Asociación de Artistas Alicantinos.
Conferenciante de Arte del Ministerio de
Educación y Cultura de España, tuvo presencia en numerosas ferias y
subastas de arte en España, Francia, Portugal, Colombia, Panamá y
Estados Unidos de América.
Como artista relevante, está citado en el Diccionario de Pintores y Escultores Españoles del Siglo XX de la editorial Forum Artis, volumen 12, página 3612, así como en el Diccionario de Artistas Contemporáneos de Madrid de la editorial Fernán Gómez, Arte y Ediciones, página 458.
Sus obras están expuestas en los Museos
de Bellas Artes de Murcia y Albacete, así como en diversos organismos
oficiales y colecciones privadas de Europa, África y América.
Mas información:
.......................
Foto de Roaless
Obras del pintor y diseñador Roaless
Obras del pintor y diseñador Roaless
lunes, 17 de septiembre de 2018
Ilustracion 15.- Bardells y la familia de luto. "Años y leguas" de Gabriel Miró, por Palmerl
Iban Sigüenza y el
hacendado Baldells en una calesa de dos ruedas tirado por una yegua torda, es
decir que la yegua o jaca tenía el pelo mezclado de pelo blanco y negro, camino
del monte Ifach (o Peñón de Ifach en Calpe). Pasaron por la puerta de la casona de la
familia de luto, del capítulo anterior. Bardells, es retratado un señor gordo,
robusto, afeitado y rapado con dentadura recia, vestía con chaqueta grande de
hilo moreno y pantalones de pana color miel. Que nos sabemos cómo ha aparecido
esta amistad de dos amigos tan bien avenidos.
En la conversación Bardells que dice a
Sigüenza que tiene cuatro carros con tres mulas en cada uno, dos caminos, tres
heredades, la almazara y una tienda (que más adelante sabremos que era del
padre); es decir que nos encontramos antes un hacendado, y encima con estudios
universitarios, porque cuando estudiaba Medicina colgó los libros, porque los
beneficios de la tienda de su padre era la mejor de todo el valle o comarca.
Cuando Bardells va a liar un cigarro encomienda las riendas a Sigüenza pero la
yegua se le para sin que lo sienta. Después cuando Bardells vuele a coger las
riendas se siente vigoroso como un héroe de las odas de Píndaro, poeta lírico
de la Grecia clásica Píndaro, nacido en Beocia en 518 a.C., de este poeta se
conoce la Oda I Olimpiada e Píndaro, traducida
que fue por Fray Luis de León.
Cuando Bardells consulta su reloj de plata,
que debe ser de bolsillo los más usados en los años veinte, con tapadera de
protección. Sigüenza observa que el cristal del reloj tiene una raja entra la XI
y V. Lo hubiera sospechado que un señor con tanta hacienda, tuviera un reloj
con el cristal rajado por cristal, una rajada antigua. Tienen tiempo de seguir
hablando subidos en la calesa camino de Ifach, cuando pro boca de Bardells, no
vamos a enterar de que murieron el padre y la hija «D» de la familia de luto.
El padre murió de hipo, así tan cómico: de un hipo, la hija que vivía en Alicante con su tío Don Alejandro, había
muerto tísica, y que éste se suicidó con un tiro de pistola en el cielo de la
boca. El hijo que estudiaba bachiller dejó los libros por el legón y el arado,
ahora ni ea estudiante ni labrador. Porque además la viña que tenían «se
remató», quizás porque la vendieron o porque le entró la filoxera.
No enteramos son asombro que Bardells y la
hija enferma, que los estaba del corazón, fueron amigos desde la infancia y
luego novios durante varios años, y por esto quería estudiar Medicina, parta
curar a la novia, por eso dice «En siendo Médico yo la curaré». Como si en la
región valenciana no hubiera buenos cardiólogos. Bardells no dejaba de
preguntar por el estado de su novia, las respuestas de la madre siempre era la
misma «Está mejor». Estaba desesperado «Una mañana le tomé el pulso con el
reloj delante. Ella adivinó el miedo que me daba su latido [sus latidos] y me
sonreía. Entonces fue cuando crujió, quebrándose la tapa». ¿Pero no era el
cristal?
Es decir que la fuerza invisible del
propio miedo de Bardells le rompió el cristal reloj de bolsillo. Un episodio
este del reloj algo folletinesca, que no se sustenta en la verosimilitud,
elemento determinante en toda obra literaria que se precie.
Más adelante Miró se da cuenta de que es
baladí lo de estudiar Medicina para
atender a la novia enferma, y en lugar de borrar todo lo escrito y empezar de
nuevo, indaga la solución de buscar un médico con nombre y apellido que era don
Jesús Yáñez, quien saltándose todos las recomendaciones hipocráticas, le apunta:
«Tu novia no tiene remedio…» y por lo tanto no se pueden casar porque «Es que
la matarías». Y como no hubo casamiento con una enferma del corazón, algo
ridículo, Bardells se casó después con la hija de Bautista el Pañero, hija única. Esto suponía buena dote.
Como
se hizo la noche decide Baldells pasar la noche en su casa, seguramente en
Albir, desde donde se divisaba el Peñón de Ifach. Y en un alarde de
fanfarronería le dice a Sigüenza que cada escalón de mármol le ha costado nueve
duros, debía ser escalones de mármol de Carrara, no de Novelda que estando más
cerca, son mejores, y no digamos vistosos si son mármoles rojos denominados de
Alicante. Cuando Sigüenza sube los ojos por toda la escalera calcula todos
duros que su amigo se había gastado en los escalones, y en toda la casa, que
como es tradición en Miró al igual que Gustave Flaubert nos describe
minuciosamente toda la casa con sus muebles. Es curioso saber que tenía un
gorrión doméstico suelto en la casa.
domingo, 16 de septiembre de 2018
Ilustración. 14 Una familia de luto de Años y leguas, Gabriel Mimó, por Palmeral
Ilustración. 14 Una familia de luto de Años y leguas, Gabriel Mimó, por Palmeral
Leer comentario de Ramón Fernández Palmeral y el relato: Una familia de luto.
Leer comentario de Ramón Fernández Palmeral y el relato: Una familia de luto.
viernes, 14 de septiembre de 2018
Ilustración. de "El lugar hallado" del libro: Años y leguas de Gabriel Miró, por Palmeral
Ilustración a lápiz del capitulo 13.- "El lugar hallado" del libro: Años y leguas de Gabriel Miró, por Palmeral
Sellos de Correos personalizado
Sellos de Correos personalizado
Ilustración a Lápiz, "Años y leguas".- 12 Camino y lugares.- Por Palmeral
Subida a Tárbena
Ilustración a Lápiz, "Años y leguas".- 12 Camino y lugares.- Por Palmeral
Obra de nuestro Gabriel Miró
septiembre 2018
martes, 11 de septiembre de 2018
lunes, 10 de septiembre de 2018
capítulo19.1.- "Los bravos roders. "Años y leguas" de Gabriel Mirón, ilustrado a lápiz por Palmeral
Ilutración inédita de Palmeral
Años y leguas, de gabriel Miró.
Los bravos roders.
El asesinato de viejo partor Linasa, por el roder Destralet de Evo, porque se iba a cajar con una mujer más joven y entera.
Años y leguas, de gabriel Miró.
Los bravos roders.
El asesinato de viejo partor Linasa, por el roder Destralet de Evo, porque se iba a cajar con una mujer más joven y entera.
"Todas las tardes viene
al pueblo Llinasa, un viejo pastor. El rebujal es suyo, y en aquellos
años bien valdría nueve mil reales. Es viudo, con tres hijos carboneros.
Siempre se para el viejo en la fuente para ver a la hija del menescal lavar y llenar los
cántaros, una moza morena que se le estremecen las carnes rotundas cuando
vuelve ella la faz mojada y colorada y mira galopa halconeando al viejo. Cuando
se marcha la mujer, baja el pastor y bebe donde ella sumergió los brazos de
color de cebada. Pronto dicen por el pueblo que se casarán. Entonces los hijos,
los tres carboneros, buscan al Destralet y le piden: -«Pregúntale al
abuelo si se quiere casar; y si es de verdad, dale un susto».
A mediodía el
pastor pasa con su ganado en busca de las carrascas; y arriba, en el filo de la
cumbre, se le aparece el Destralet y le llama: -«Abuelo: ¿es verdad que
se casa?»-. El pastor se queda mirándole. En el silencio y sol de la sierra, el
grito de ese hombre le da inmensidad y rabia a su gozo. Se calla para guardarse
toda la promesa de mujer joven. Las cabras se van parando, rodeándole, y
levantan los ojos blancos y la cuerna hacia el Destralet... -«¿Y es de
veras lo del casamiento? ¿Mujer nueva y entera para un abuelo?»-. Y el pastor
le dice: -«¡Y a tú qué te importa!». -«¿Pero es de verdad?». -«Pues de verdad
es; ¡y a tú qué te importa!» -Y se desgarra un tiro; tiemblan las esquilas; y
el pastor cae con los brazos abiertos en medio del ganado inmóvil..."
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