Tu idea no tiene que empezar siendo genial. Únicamente tiene
que ser tuya y de nadie más la cual te dará más libertad creativa y satisfacción,
y si el resultado es original, novedoso, lo más personal posible, los demás, el
espectador de tu arte sintonizará contigo. Esta invención crecerá y se asentará
en la mente de los demás, porque le vas enseñando que así eres tú, y reconocerán
tu obra por sí misma.
Que el espectador distinga tu obra entre las demás obras de
otros pintores, esto en sí un gran logro y avance. Puesto que el estilo
personal es fundamental en el arte, y que reconozcan tu obra como tuya lo que
equivale a reconocer tu firma, que en definitiva esa firma, esa marca eres tú y
tus consecuencias artísticas.
Te queda la satisfacción, la agradable sensación de haber
creado algo único y original, un estilo que solo a mí me pertenece, como resultado
de un proceso de experimentación y de atrevimiento, valentía sería la palabra.
No importan las críticas adversas, porque los demás no conocen ni una millonésima
parte de tu personalidad.
Por el camino de la búsqueda
y la innovación quizás encuentra algo que valga la pena tener en cuenta en un
futuro artístico en idea de que los
pintores de hoy seremos las formas reconocidas del mañana.
Palmeral.
Abstracción reticular.
Seres geométricos inteligentes.